martes, 1 de noviembre de 2011

CUENTOS DE NUNCA ACABAR Y... BANDA DE MOEBIUS

CADA MES, PROPONDREMOS UNA ACTIVIDAD SENCILLA, RELACIONADA CON LA ORALIDAD, LA ESCRITURA, LA POESÍA...,  EN DEFINITIVA, ALGO QUE TENGA QUE VER CON EL PLACER DE OIR, JUGAR Y CREAR CON LAS PALABRAS.

EN ESTA PRIMERA PROPUESTA VAMOS A UNIR DOS IDEAS: LOS CUENTOS DE NUNCA ACABAR Y LA BANDA DE MOEBIUS, PUESTO QUE COMPARTEN LA IDEA DE SERIE ILIMITADA.

LA ACTIVIDAD CONSISTE EN HACER UNA BANDA DE MOEBIUS COMO SE INDICA EN EL PRIMER VIDEO Y ESCRIBIR UN CUENTO DE NUNCA ACABAR EN ELLA, PARA QUE SE PUEDA LEER INDEFINIDAMENTE.

¡CUIDADO, HAY QUE INVESTIGAR CÓMO SE ESCRIBE PARA DARLE CONTINUIDAD AL CUENTO!

 LAS BANDAS CREADAS PUEDEN DECORAR LA BIBLIOTECA, EL CENTRO...

Los Cuentos de Nunca Acabar, son conocidos en España y en todos los países de América y se repiten con ligeras variantes.  La particularidad de todos ellos, está en que la última estrofa enlaza con la primera y vuelve a repetirse indefinidamente.

Podemos crear nuestros propios cuentos o encontrar alguno de los muchos que hay en Internet.

En el siguiente enlace hay ideas


En el video podemos ver cómo se crea una Cinta de Moebius y otras posibilidades que ofrece.



Si queréis seguir investigando con esta tira aquí hay un enlace con muchas ideas
Con una tira de papel




Los cuentos de nunca acabar, aparecen en "CIEN AÑOS DE SOLEDAD" de Gabriel García Marquez, este es el fragmento:


En aquellos días de la enfermedad del insomnio nos cuenta que en Macondo
"recurrieron a toda clase de métodos agotadores [...] a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.

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